domingo, 25 de abril de 2010

Quieto


Las tardes invernales comienzan a alargarse como acuarelas en papel fotográfico.
He guardado cada momento junto a ti en una botella que será descorchada el día en que te marches.
Y prometo, me embriagaré como si fuera la última de mis noches, hasta que las lágrimas simplemente dejen de existir. Y así por fin, brindaré junto a mi enemiga la distancia.
Esa que es más fuerte que cualquier otra mujer, esa que simplemente no podemos vencer porque el tiempo, el mar y cordilleras no nos dejan. Esa, que ni si quiera me atrevo a enfrentar porque no hay forma que pueda ganarle.
Tenerte junto a mi es fugaz y si lo pienso bien, es menos de una milésima de segundo respecto de mi vida hoy.
Me aprovecho del tiempo y de tus manos cuando te siento cerca, verte sonreír es un acto plenamente religioso que me llena de dicha.
Y las mariposas en mi estómago vuelan hacia la luna y eligen con elegancia las estrellas fugaces que harán realidad nuestros sueños.
Mi pensamiento franco te dejará ir el día en que no me ames, ¿mi alma? mi alma no lo soportará. Y entre tus sueños y desvelos procurará cuidarte. Aún así cuando tu cuerpo esté envuelto en los brazos de otro aroma, de otra piel. Aún así cuando tu olor, quede impregnado en otras sábanas.
Son las 05:00 pm y afuera llueve. Pareciera que el cielo sabe que mañana te marchas, y mientras me sostienes en tus brazos pienso que la melodía perfecta del momento es "It Ends Tonight" De ~ All-American rejects.
Fotografío tu rostro con mi mirada. Déjame mirarte cinco, diez, veinte minutos para poder cerrar mis ojos y verte a cada segundo. Y sea como sea todo me recordará a ti cuando te marches. Aromas, colores, calles y tardes de lluvia como la de hoy. Porque sin querer has tatuado algo de ti en cada una de las cosas existenciales de mi vida. Pero sobre todo has tatuado tu nombre en mi corazón.
Quieto. Quédate quieto y deja contemplar a esta pintora tu belleza. Quieto y no me agradezcas el hecho de amarte, porque ha sido lo más hermoso y prodigioso que he recibido como don. El don de amarte que nadie me enseñó a hacerlo, simplemente te amé, te amo y te amaré.
Quieto, quieto que si te mueves mi alma se desvanece.

domingo, 24 de enero de 2010

Un segundo


Pensé que este sentimiento se había ido simplemente para no volver, pero no.
En mi, indaga una tristeza que busca un porqué, y es tal; que no es capaz de trenzar la cuerda floja.
Me deleito con la naturaleza que se complementa con recuerdos del pasado, recuerdos agotadores incapaces de ser levantados.
Siento de repente la contracción de mis músculos y automáticamente empiezo a respirar un poco más fuerte, mis pulmones me gritan por mas aire.
Quiero escapar de mi cuerpo. Sueño mientras, que arrepentirme hará que todo mejore y galopar por el borde de la vida hasta que fugazmente caiga al vacío sin detenerme.
Mi saliva de pronto se hace agua y tragar se ha transformado en un conflicto político.
Siento como de repente de mi ojo derecho fluye agua dejándolo casi tan brillante como el cristal enredado en mi dedo junto a una pieza de oro.
Cegada sin poder mirar hacia el futuro, y mucho menos el presente; caigo en una frustración de la que mañana no quiero acordarme.
Pienso en lo feliz que era y en el porqué no puedo serlo ahora mientras el frío de la noche se hace presente paralizándome.
es ¡ya! cuando necesito beber de algo insólito con una pizca de locura y dos hielos taciturnos. Pero no hay respuestas... Ni el más suave ruido, sólo escucho mi respiración y el latido de mi corazón que se acelera y se hace cada vez más fuerte.
Si el corazón fuera una caja donde se guarda el amor, me atrevo a decir que mi corazón está en la ruina desde que me he sumergido en este mar del cual ya no puedo salir y sigo manteniendo la respiración, caeré pronto en la desesperación lo se.
Entrelazo mis manos mirando la línea del tren mientras de mis ojos cae una lágrima que mañana junta a la niebla matutina oxidará no sólo las líneas del tren sino mis palabras.
Mojo un poco mis labios y me olvido de la oscuridad, el frío y la luna cómplice.
SIEMPRE es una palabra que acabo de tachar de mi diccionario y no volverá a ser usada.
Hace un segundo atrás dí un paso hacia adelante.
Me sorprende todo lo que puedes sentir en tan solo un segundo.


Patiando Piedras .. <

Li.

martes, 22 de septiembre de 2009

Pedazos de árbol


Sus recuerdos han dejado yagas en mi corazón.
Las he salado para que duelan, pero se que cicatrizarán rápidamente.
Tenía ese cosquilleo en el estómago. ¿Incertidumbre?
No quería preguntarle si esto se acabaría, porque ya me sabía la respuesta.
No quería que me doliera, sin embargo la espera me fue matando en vida.
Nada. Absolutamente nada era como fue un tiempo atrás.
Incluso el brillo de sus ojos se había opacado. Como la irritación del árbol por tocar
las estrellas.
La caminata ambigua que solíamos recorrer simplemente fue parte de la tierra mojada
que tantos lindos recuerdos me traía.
Ese hombre que nos vio tomados de la mano mientras el sol se escondía avergonzado
nos dijo que nada era para siempre. Y fue cuando mi temor comenzó.
De pronto todo tomó otro sentido y el miedo a que mañana nada fuera como hoy.
Fue gastando el camino.
O quizás venía gastado de antes y nos dimes cuenta ahora.
Ahora entiendo la irritación del árbol por no alcanzar el cielo
Y de la tierra mojada que nadie ve, porque sólo trae recuerdos.
A veces es bueno ser árbol y tierra
sin querer se han complementado y así como ellas nos traían recuerdos mientras
consolidábamos la unión.
Ellos también se unieron e indagaron mi corazón.
Lástima. No encontraron nada en él.
Si, definitivamente sus recuerdos han dejado yagas en mi corazón.
Espera, voy por la sal

sábado, 19 de julio de 2008

Entre Sueños.


La verdad es que el sentimiento era muy parecido

A esa sensación interminable que perduró por años,

Sólo que esta vez estaba reducida a un cuarto de la intensidad de aquel tiempo.

Por fracciones de segundo dentro de esta mansión de vagos recuerdos;

Sentí como tu ausencia abrazaba mi paz

Y la asfixiaba dejándola en lo que hoy es sólo soledad.

Yo seguí buscando en rincones lejanos, tu luz,

La que podría iluminar otra vez este camino cada vez más difícil de andar.

Pero veo que ya iluminas otros castillos.

Veo que mi voz ya no es capaz de decir otra ves, te amo.

Recordaba las veces que tus brazos me quitaron el frío, las veces en que tus manos secaron mis lágrimas.

El corazón me dice que le falta una pieza que está en tu bolsillo

Yo, yo no puedo decirle que no hay forma de tenerla junto a mi otra vez.

Pero aún así. Me pierdo contigo por lugares inolvidables, donde nos hacemos pequeñitos entre tanta inmensidad.

Y porque sólo te veo en sueños.

Es que he decidido hoy, dormir para siempre…

Li<.

sábado, 14 de junio de 2008

Me Pierdo en ti.


Era...
No, aún no logro comprender que era.
Pero desde luego la sensación era muy parecida a clavarse cuchilladas en el pecho.
Y lo que es peor, al termino de esa experiencia casi religiosa se venían un montón de remordimientos que sólo trastornaban un poco más mi mente.
De las visiones que aún recuerdo, permanece algo borrosa la luz de los postes que no alumbran nada y ese frío tajante que atravezaba mi abrigo y cortaba tu olor aun impregnado en él. Quitándome el último recuerdo que permanecía en mi de ti.
La verdad es que caminé demasiadas cuadras hasta más no poder; en calles tránfugas con tipos que miraban extraño, bajo cualquier circunstancia me causarían temor pero esta vez fue diferente, porque mi alma sólo intentaba buscar hasta en sus últimos rincones, desde el más pequeño al más hermoso recuerdo que tuviese tuyo.
Parece que el cuchillo atravezó por completo mi cuerpo. salió de él y siguió por el corazón, la cabeza, las piernas... Toda.
Me quebré en mil pedazos que ya no se vuelven a construir.


[Todo lo que se refiera a cuerpo es mi alma o corazón para algunos]

miércoles, 7 de mayo de 2008

Pagando el Perdón


Y tuve dos opciones

Seguir en la burbuja, en un mundo embalsamado de utopías

O que esa misma burbuja cayera en picada sobre las espinas clavadas en su mente perturbada, llena de rabia y licor, de recuerdos que su subconsciente subrayaba para que su odio siguiera creciendo por mí.

Y su corazón se ensanchaba, lo llenaba fácilmente de amor y odio

De carisias y de perder el respeto.

Nunca me dijo palabras, más con la mirada podía quitarme el cielo en un segundo.

Y pese a todo, preferí caer en picada. Tener que enfrentarlo con la mirada

De seguro era lo más difícil.

Tener que de alguna u otra forma reconocer cada error me hacía hormiga entre cordilleras.

Pensar que lo tuve tan cerca y ahora está tan lejos como alcanzar el cielo.

Y creer que alguna vez pude abrazarlo y sentir su calor, más hoy sólo tengo sus golpes indiferentes y su frío casi anestesiante como el hielo.

Pero en la vida nada es fácil, y es el precio que hay que pagar por el perdón.

Por el cruel perdón.

sábado, 12 de abril de 2008

Soy frágil después de todo...


Caía vulnerable en sus brazos, ni si quiera sentía vergüenza de toda la gente que estaba a mi alrededor con cara de depresión endógena.

Yo sólo lloraba como si supiese que sería el último llanto de mi vida, hacía mezclas en la tabla con pinceles, mil matices a la vez, podía ver colores de rencor, dolor, tristeza, hasta pude ver el odio reflejado en pinceladas que desaparecieron así como su mirada se perdió entre la mía.

Yo tocaba su cara, lo recuerdo cada vez que cierro los ojos, la imagen vuelve a mí y no me deja.

Estaba helada, su cuerpo se congelaba lentamente, la lluvia limpiaba la sangre que derramó tras el accidente.

Nunca me lo voy a perdonar. Él lo sabía, me lo intentó decir muchas veces pero no lo escuché.

Ese presentimiento que lo ahogó desde la mañana.

De alguna u otra forma me deseaba por última vez, me miraba por última vez y me acariciaba por última vez, como lo hizo la primera…

No lo escuché, no quise escucharlo.

Murió sintiendo la culpa de mi enojo por su infidelidad, pero él sabía que yo era capaz de perdonarlo.

Y de caer yo en sus brazos cayó él en los míos por última vez. Es probable que ahora mientras miro las nubes, él esté mirándome desde allí. Y espero; pueda perdonarme en nuestro encuentro.



{Pateando piedras...}


Li.